domingo, 30 de septiembre de 2007

Argumentos (imbéciles) contra hacer la mili


Aunque ahora la mili ya no existe, un alumno mío me contaba el otro día que él estaba muy contento de no tener que hacerla (se libró justo por un año) porque y cito literalmente "es injusto que los hombres estén prestando gratuitamente un servicio al Estado mientras las mujeres se quedan en su casita sin hacer nada".

Y ya estamos otra vez con lo de "quedarse en casita sin hacer nada"... Incluso las mujeres que acaban de ser sometidas a la tortura física suprema de tener que parir un vástago, que se tienen que quedar en casa (sí, porque no se van a llevar al niño a un bar a darle de mamar) atendiendo las constantes necesidades del criajo o criaja, que no pueden dormir más de 2 horas seguidas durante meses, que se tienen que seguir ocupando de las inmundas tareas domésticas... Sí, incluso esas mujeres son acusadas por los imbéciles (el 99,9% de los hombres, no nos engañemos) de que "no hacen nada" y que se dan la vida padre quedándose en casa durante el permiso de maternidad.

Mientras que los hombres, pobrecitos ellos, se tienen que seguir "deslomando" literalmente yendo a la oficina a tomar cafés con los colegas, a mirar las piernas de la secretaria y, en definitiva, a hacer eso mismo que han estado haciendo desde siempre porque es lo que les mola más: ocuparse de sí mismos y de su propia carrera profesional.

Bueno, toda esta diatriba sencillamente para hacer un inciso en la "magnífica" teoría de este alumno mío obeso, con pintas de seminarista, que se mata a pajas porque es tan feo y repelente que a ninguna tía se le ocurriría hacerle caso en serio.

Le contesté que parecía no darse cuenta de que si bien los hombres tenían (ya no) que dar un servicio "gratis" al Estado durante un año (pero el Estado bien que les pagaba la comida y la cama), las mujeres sin embargo tienen que hacerlo durante toda su vida, lavando, limpiando, criando a los hijos, ocupándose de la economía de la casa... Un trabajo sin remunerar. Que dura decenas de años. Que es básico para que la sociedad pueda funcionar. Que los propios gobiernos han reconocido que de cuantificarse económicamente, haría duplicar, si no incluso triplicar el PIB de un país.

Sin la mamá que cría a los niños (no solamente ya que los pare) y se preocupa de darles de comer todos los días, probablemente no tendríamos a este tipo de imbéciles diciendo estas gilipolleces. Pero esto es lo que hay.